Papelucho se ha transformado en el guardián de su hermanita. Es el único que, cada vez que la Ji desaparece o juega a ser otra persona, puede descubrir adónde se ha ido. Entonces, analiza las pistas que los demás ignoran y logra dar con ella entre las flores del jardín, en el techo de la casa o en la fuente de la plaza buscando sapos.
La quiere como a su propio yo, aunque le parezca tremendo tener una hermana "atrasada de noticias" y con "complejo de evasión".
Es mi libro favorito de la saga y la he leído por lo menos 3 veces.
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