Portales Enigmáticos

En Oviedo me encontré el portal derruido de una iglesia ya desaparecida. La encontré en la gran plaza principal y me envolvió la sensación de algo misterioso con su presencia.

 

A los pies encontré una pequeñísima piedra, del porte de una bellota, que todavía tenía trazos de haber sido esculpida. La tengo guardada como reliquia de aquel momento mágico.

 

 

En Madrid, mientras recorríamos el Parque El Retiro me encontré con otro portal inconcluso, con claras muestras de ser más antigua que el parque mismo que lo rodeaba.

 

Me llamó la atención de un hombre que se encontraba meditando con sus ojos cerrados, y que no se movió en ningún momento mientras estuve allí. Esto me hizo imaginar que quizás existen portales como estos repartidos por toda España y que al ser ‘portales’ permiten a los entendidos viajar entre ellos, como si de teletransportación estuviéramos hablando. Es posible que este personaje estuviera en proceso de viaje a Oviedo.

 

 

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