Adaptación al Cambio

Una de las principales características del ser humano es la adaptación al cambio. Es así que, por ejemplo, vemos que un hombre puede vivir en casi todas las condiciones climáticas del planeta. Sin embargo, no esperemos que un esquimal sobreviva fácilmente en un desierto, ni un nigeriano en la antártica, pues se debe pasar por un proceso medianamente largo, y no todos son capaces de cambios extremos.
Nuestra inteligencia se beneficia con el cambio, pues la hace plástica y adaptable al molde que se le presenta.
Nuestra voluntad se beneficia con el cambio, pues la hace fuerte y templada en condiciones difíciles.
Nuestros sentimientos y emociones se benefician con el cambio, porque se convierten en profundos y con perspectiva.
El cambio se da en una sociedad, en un sistema económico, en la filosofía y también en la teología. Todas las ciencias experimentan cambios que remecen nuestras bases y se asientan verdades más sólidas. Y no es que la naturaleza esté cambiando, sino somos nosotros que vamos filtrando la información de nuestro entorno y elaboramos comportamientos de acuerdo al momento evolutivo e histórico en que nos encontremos.
Pero, como dije anteriormente, el cambio no es igual para todos. Cada individuo construye su propio techo conceptual e ideológico de lo que nos rodea. En las palabras que usamos a diario están los conceptos acuñados por nuestros antepasados, los hacemos propios, pero muchas veces sin comprender toda la significación o degenerando su particularidad.
Una de las adaptaciones más difíciles es la de nuestro entorno social. Los códigos verbales y no verbales son realmente muy complejos, y muchas veces no basta toda la inteligencia para poder interactuar correctamente. Y he aquí la paradoja: Muchas de las personas que han producido cambios significativos en la historia universal, en cualquiera de las fuentes del desarrollo humano, son personas con algún grado de incapacidad para alternar con otro. En todos los ámbitos podemos descubrir estas personas con características autistas que han producido una obra original y muchas veces genial. ¿Qué se puede relacionar con esto? Una persona que se maneja bien en lo social muchas veces le va bien, se lleva bien con los demás, alcanza buenos puestos, tiene las propiedades blandas de un líder, pero no produce cambios significativos en la corriente evolutiva, pues simplemente se adapta a las condiciones de su entorno y les saca provecho. Es posible que la persona socialmente competente pase a la historia, como alguien a quien imitar, pero no necesariamente produce los mayores cambios a niveles íntimos de nuestra relación con nuestro entorno.
Una persona aislada, sin querer, por sus deficiencias sociales, elabora sus propias ‘maquetas’ conceptuales para adaptarse al cambio y a la multitud de información, sensaciones. Es un pensamiento con foco en aspectos más concretos, y no se disipa en una vida social, pues mal que mal, hay que tener tiempo para intercambiar información con los semejantes, y muchas veces esa información es vana, no tiene más peso que crear ambiente social. Es así que tenemos que saludar, preguntar como ha estado, cuáles son los resultados de un equipo deportivo, cuál será el tiempo para mañana, qué dijo esa persona sobre esa otra, y qué pasó en tanta cosa trivial que nos rodea.
A veces nuestra resistencia al cambio es garantía de cambios más profundos, especialmente con aquellos de decisión mortal.

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