Son 3: Inteligencia (mente), Sentimiento (corazón), Voluntad (esfuerzo).
Es muy importante que estas tres fuerzas se encuentren equiparadas, equilibradas entre sí, pues a mayor capacidad mayores resultados.
Un hombre con inteligencia y sentimiento, pero sin voluntad se transforma en un títere, una marioneta del destino, un pelele sumiso y derrotado por cualquiera que muestre voluntad ante él.
Un hombre con inteligencia y voluntad, pero sin sentimiento se convierte en un vil, cruel y despiadado ser que manipula los acontecimientos para su provecho, utilizando a los demás como escalones para alcanzar sus fines, sin importarle nada ni nadie.
Un hombre con sentimiento y voluntad, pero sin inteligencia lo convierte en un tonto que no ve más allá de sus impulsos básicos y primarios y tiende a perjudicar lo que rodea con sus actos idiotas, pues no tiene la perspectiva que da la inteligencia.
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