El Arbol de la Vida

El árbol de la Vida de mi padre se fue deshojando cayendo hacia el suelo y deshaciéndose entre nuestras manos, como hojas de otoño.
Quedó el tronco seco y frío, pero sólo es porque es Invierno y la savia se halla oculta, muy profunda en las raíces, más allá de nuestro alcance.
Abracé su corteza y sin querer me ha herido, pero es la herida dulce del amor y sabrá sanar con la llegada de la Primavera.

No hay comentarios:

Variaciones de un mismo cuento

(Estilo Phillip K. Dick) Katai despertó en una realidad que no era la suya. El zumbido constante de la máquina de realidad virtual aún res...