Dime simplemente
como amordazar esa rosa
que me grita desde la esquina
cuanto te amo.
Si no puedes hacerlo,
por lo menos haz callar
cada pensamiento
que se atropella para salir
cuando oigo tu nombre.
Ni que decir
cuando siento tu perfume
que profundiza mi ser,
que arranca alaridos
a mi conciencia.
¿Cómo escapar
de tu presencia?
¿Cómo escapar
de tu mirada?
Me seduce
el aura de tu ausencia
y se oculta el sol
tras tu figura.
Duele amarte tanto
no porque no me ames
sino por la tempestad
que llevo dentro.
No sólo tocarte,
no sólo besarte
no es eso
lo que me abruma.
Es simplemente
que te amo tanto
tanto tanto tanto
que no dejo de parir
en mi corazón
este amor de fuego
que me abrasa.
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