Bajo la lluvia de la ciudad habita un hombre.
Aunque se ve sucio, nunca he percibido olor a alcohol, sudor o a excremento en él, y eso lo hace un ser extraño.
No pide nada, no entrega nada. Sólo observa los autos pasar y duerme… y sueña.
Sueña quizás con una familia que lo olvidó, o con ser sólo un árbol, para alimentarse de la lluvia y del sol, seguir viendo los autos pasar, hasta que algún día se detengan descansando bajo su sombra.
Cuando llueve se le oye cantar canciones que sólo los árboles y los perros pueden entender. ¿Lo escuchas tú también?
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